
Ayer una vez mas me sentí orgulloso de mi papa, Sara hace tiempo quería conocer el lugar donde papa trabaja, mi papa es panadero y de los de antes su vida desde 1967 ha estado ligada a la Estrella Roja lugar que nos dio de comer por muchos años a mi madre y a mis hermanos gracias al trabajo incansable de papa.
Anoche fuimos a recorrer casi todos los rincones de la panadería y mi papa como pez en el agua sabia por supuesto lo que hacia cada maquina, cada recinto, cada interruptor, horarios, nombres, sabores, aromas, texturas, colores y nosotros solo quedábamos con la boca abierta al ver y oler el pan recién salido del horno.
Mi papa no es un profesionista titulado, mi papa es un hombre con un oficio y un oficio que ama profundamente, mi papa sabe todo lo necesario y mas para mantener funcionando como reloj recién aceitado un lugar que provee alimento a una ciudad como monterrey y los demás municipios de la periferia.
Anoche me sentí orgulloso de mi padre como todos los días lo hago pero verlo en su lugar de trabajo consciente de lo que le costo sacarnos adelante pues magnifica ese sentimiento de orgullo.
Lo único que ahora lamento es que ninguno de nosotros aprendió ese oficio y que aunque en la memoria de la estrella roja siempre este el apellido Castillo tal vez papa sea el ultimo bastión de ese trabajo tan noble y lleno de satisfacciones.
Lo único que nos falto anoche es verlo haciendo pan cosa que es aun mas impresionante créanlo.
Desde aquí mi agradecimiento y reconocimiento a Don Jose Castillo Rojas (mi abuelo), Guadalupe Castillo Macias (mi apa') y Juan Francisco Castillo Macias (mi tío) panaderos de los buenos y de los de antes.