
La vida en los ochentas era mas sencilla, la moda era lo que te ponias y cada quien tenia su estilo y nadie nunca influia en lo que querias vestir como ahora, Monterrey era mio la bicicleta era mi medio de transporte y aunque a veces solo teniamos una en ella los tres o cuatro ibamos hasta el obispado que en ese entonces era como nuestro punto de reunion por excelencia, lejos de la escuela y los papas dominando la ciudad desde las alturas con diez pesos en la bolsa.
Nunca lo he confesado pero alguna vez quise robarle un beso a Vero, era la unica mujer que andaba con nosotros siempre y me acostumbre a verla siempre riendo con lo que deciamos y haciamos y creo que en menor o mayor proporcion todos estabamos enamorados de ella, al final el Peter fue el que anduvo con ella.
Pasamos muchisimas cosas juntos, desde risas hasta las lagrimas mas amargas del mundo, yo solia ser medio psicologo y al mismo tiempo loco depresivo por que en ese entonces yo creia que mi vida era dificil, con el tiempo uno aprende que los problemas solo son del tamaño que los dejas crecer.
El ritual siempre era el mismo, reunirnos en mi casa y caminar a casa de Vero atravesando temerariamente Ruiz Cortines para despues entrar en esa colonia que parecia tan hostil para tres adolescentes que caminaban con mas miedo que culpa de invadir terrenos ajenos a su espacio, pero todo se compensaba al estar todos juntos y caminar hacia donde fuera la cosa era estar juntos una vez mas.
El tiempo eterno tirano no se detiene y las caminatas se hicieron menos, las reuniones se fueron desapareciendo, Vero conocio el amor en alguien mas, Marcos se cambio de casa, Heriberto se dedico al estudio y por un tiempo Peter y yo tratamos de mantener viva la pandilla, ahora de dos pero el tiempo nos gano, a pesar de estar a pocas cuadras de distancia el olvido nos gano y dejamos las historias y las batallas, olvidamos las risas y las lagrimas, simplemente nos perdimos.
Hay cosas que se quedaron inconclusas, como saber quien era mas rapido en la bicicleta, a quien le iban a comprar primero carro, quien iba a picharse las tostadas del viejito frente a la escuela Profr. Joel Rocha, quien de todos iba a ser el primero en besar a Marisela (mujer k a todos nos gustaba), en fin tantas batallas sin luchar.
Lo unicoo que me queda ahora es decir, debi haber hecho mas cosas, conservar a mis amigos cerca pues eso de "aunque no nos vemos te recuerdo" es una excusa horrible, me hubiera gustado mas decir "que bueno que te veo y que buenos recuerdos tenemos" pero pues tiempo al tiempo y veremos si soy capaz de conservar a los que ahora estan conmigo y si alguna noche alguna estrella fugaz se atraviesa le pedire que me deje encontrar a todos los que con el tiempo he perdido.
En fin ... yo por lo pronto encendere mi faro que apague hace tanto y asi si alguien anda por ahi sabra como encontrarme mientras yo trato de encontrarle tambien.
A que tiempos aquellos donde nadie nos perdiamos a menos que quisieramos hacerlo, hoy simplemente nos perdemos por que no sabemos cuidarnos...
No sé por qué, pero siento que cuando esté más grande pensaré igual que tú. Es muy triste ver hacia atrás y anhelar aquellos tiempos. Me gustó tu post.
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