
Esta luciernaga a su tiempo se convertiria en el amor perfecto para hacerlos felices y vivir juntos por siempre, la tarea no era facil ya que habia montones de insectos que brillaban y volaban, pero solo uno se iluminaba al ritmo del corazon de quien lo buscaba.
Buscar en un bosque nunca fue sencillo y mucho menos entre tantos ruidos y señales distractoras, solo tenian la noche para encontrar su luciernaga, no la mas bonita, no la mas brillante, pero si la que en su luz llevara el ritmo de sus latidos constantes.
Habia luchas tremendas por luces titilantes, viajeras y a veces hasta efimeras y poco constantes, gnomos, duendes y hadas buscaban en los sonidos de la noche la luz que les regalara el amor que ellos daban a los humanos con deseos concedidos, conjuros y magias.
Solo una luciernaga por gnomo y duende, solo una luciernaga por hada y entre tanto trabajo matutino por las noches se dedicaban a buscarla, la tarea no era facil mas la recompensa lo ameritaba.
Hoy aquie empiezo a contarles desde los antiguos, el secreto de la felicidad de los duendes, los gnomos y las hadas...
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