jueves, 24 de mayo de 2007

Aire

A veces siento que me asfixio y me gana la desesperacion, saco la cabeza del abismo y respiro profundo y lentamente, estoy rodeado de lugares y cosas que desconozco, cada quien viste la mascara que mejor le acomoda, algunos ni siquiera han hecho el intento de cambiarsela.

Los observo con la intencion de encontrar su verdadera mirada, pero me evaden como un venado evita la luz de las linternas que portan sus asesinos de dos patas en medio de la noche donde ni la luna se atrevio a salir.

A veces me cansa caminar entre tanto zombie, entre tanta gente de corazon vacio y palabras livianas, trato de entablar conversacion con algunos de ser fraternal con otros, sin embargo cada quien esta encerrado en su laberinto y esta siendo perseguido por sus propios demonios.

Nadie piensa en nadie, nadie mira a nadie, las cuencas de sus ojos estan vacias solo hay soledad donde deberian estar los espejos del alma.

Sus caricias son frias sin intencion, sin bondad y sin maldad simplemente son vacias, hace tiempo que no escucho el latir de un corazon enamorado, bueno ni siquiera el latido de un corazon asustado se ha dejado escuchar por estas calles oscuras a plena luz del dia.

Mientras camino pienso donde quedaron aquellos dias donde la gente reflejaba el sol en sus palabras, donde cada abrazo dado era un abrazo correspondido y sincero, donde quedaron los amigos y las esquinas con ellos, donde se esconden ahora las mujeres que caminaban de la mano con sus niños cuando regresaban de la escuela.

Quisiera saber quien se llevo toda la esperanza de un solo golpe y quien fue el que se robo cada uno de los sueños escondidos en los pensamientos de los mas ingenuos, me gustaria encontrar toda esa magia en un solo lugar, juntar los sueños y la esperanza, el amor y los abrazos sinceros.

Me encantaria pensar que nada de lo que veo ahora es real, que cada una de las calles grises con faroles descompuestos son producto de mi mente cansada y distante.

Sigo avanzando sobre las baquetas quebradas de mi ciudad vencida, veo a la gente que ya ni siquiera es gente, son entes automatas que se deslizan sobre las mismas banquetas quebradas sobre las que cuento mis pasos, apenas empieza el dia y las fuerzas me estan abandonando, creo que pronto tambien sere uno de ellos.

Mientras veo la punta de mis zapatos avanzando sobre el pavimento detecto un color familiar pero de recuerdo lejano, es color claro, brillante y esta sobre mi, no me atrevo a levantar la vista pues tengo miedo de que sea un espejismo otra vez.

Las pocas fuerzas y la casi diluida esperanza me hacen levantar la mirada... eres tu, al fin te encontre, mi vida, mi amor, mi fuerza, mi voluntad, mi aire...

Abrazame fuerte y por favor ya no me sueltes...



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